En lo que parece ser un nuevo tiempo marcado por el pasaje de la denuncia a la acción a favor de la vida, los católicos de los Estados Unidos responden al ataque de las organizaciones abortistas: con el compromiso de redoblar sus esfuerzos para acompañar a las mujeres y parejas que enfrentan embarazos inesperados o difíciles, y durante los primeros años de la paternidad, ofreciéndoles atención amorosa y compasiva a través de muchas y distintas iniciativas.
Hay indicios del comienzo de una nueva ola de reacción a favor de los derechos del ser humano no nacido. Un cambio de arie marcado por iniciativas legales que comienzan a poner límite al aborto, particularmente, cuando ya el corazón del niño puede escucharse en el vientre materno.
En este marco ha recorrida el mundo la noticia de la filtración ilegal de un borrador de la Suprema Corte de los Estados Unidos sobre el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, que podría marcar un nuevo hito en esta materia y que motivó la movilización y alerta de los grupos por Aborto.
El borrador reveló la opinión de uno de los jueces respecto de que el fallo Roe v. Wade de 1973 debe anularse para » devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo». Es claro que la filtración no representa la opinión actual o final del tribunal.
En reacción a los contenidos de esta filtración, el lobby pro-Aborto ha organizado un conjunto de movilizaciones enfocadas en las residencias de los jueces de la Suprema Corte y en los templos de la Iglesia Católica.
Por su parte, los grupos pro-Vida siguen con sus actividades y manifestaciones públicas, a la vez que el presidente del Comité Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU. emitió el siguiente llamado a la oración:
“La filtración relacionada con el caso de la Corte Suprema de EE. UU. de Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization nos recuerda la necesidad urgente de oración y acción en este momento crucial en nuestro país.
“Como católicos, nos preocupamos por cada niño por nacer y cada madre. Nuestra Iglesia ha testificado consistentemente en palabra y obra que la vida comienza en el momento de la concepción . Como compartieron los obispos en nuestra declaración De pie con las mamás necesitadas: nos comprometemos a ‘redoblar nuestros esfuerzos para acompañar a las mujeres y parejas que enfrentan embarazos inesperados o difíciles, y durante los primeros años de la paternidad, ofreciéndoles atención amorosa y compasiva a través de iniciativas como Walking with Moms in Need y muchas otras’.
“Al mismo tiempo, mientras esperamos la decisión de la Corte, instamos a todos a que intensifiquen sus oraciones y ayunos para que la decisión final de la Corte produzca la revocación de Roe y Casey.
“Esperamos y oramos por un cambio en nuestras leyes y estamos listos para ayudar a todas las mujeres embarazadas que lo necesiten en cada una de nuestras comunidades.
“Nuestra Señora de Guadalupe, ruega por nosotros y guíanos”.
Soplan vientos nuevos. Quiera Dios que marquen un despertar del valor de la vida en occidente.